Tarde o temprano tú, volverás a ver la luz…

Si eso de que se cumple todo lo que se pide en la vida, a mi me queda bien claro que me quedan unas cuantas por cumplir… la vida me ha dado algunas no de la manera en la que las he pedido, han cambiando la forma, el contexto, pero la esencia ha sido lo solicitado, parecería que el pedido no fue tomado correctamente, pero será que mi voz no se escucha claramente, no he usado el tono o una vez más no ha sido el momento correcto de hacer la solicitud… yo no sé que ha sido, pero el paquete ha llegado con sus pequeñas adecuaciones a según de quien sabe quien, pero lo he vivido. Hoy mis deseos son muchos, como siempre, no es que esté yo de oferta, en esa he vivido siempre. Muchas veces me he llegado a sorprender cuando llega el momento solicitado en que mi deseo se vuelve tangible y vivible, no me llega al día siguiente, siempre hace su gran aparición tiempo después, y con esto insisto que la señorita que toma las órdenes no me entiende mucho, creo que me tiene en sus pendientes pero a veces me deja en los olvidos, se le traspapela mi caso y adiós ahí te vez hasta dentro de un rato. Bueno por otra parte, si la no muy entendida señorita toma pedidos me complaciera en todas y al instante ya tendría casa propia, ya habría tenido miles y miles y miles de conversaciones con miles y miles y miles de personas, ya habría bailado a Roberto mi. amor. con el amor de mi vida, ya tendría mi café en el mar, ya hubiera estado en el Serengueti, ayudado a miles de perritos de la calle, hecho mi beneficencia propia, picado los ojos a uno que otro rufián, ganado la lotería un par de veces, acertado en muchas decisiones, los changitos de mis dedos habrían funcionado, mis incontables suplicas de “por favor, por favor” habrían, una vez más, sido a mi favor y así la lista es interminable. En mis muchos momentos de platicas hoy tuve un repaso de lo que deseo, y creo que a la pobre señorita no sabía ni cómo escribir, utilizaba abreviaciones, luego se paso a ideas y seguramente terminó en la antigua taquimecanografía para seguirme el ritmo, y no se concluyó nada, así que no me sorprende que una vez más me haya mandado a la lista de los “indecisos”. Pero ¿sabes qué? No me importa, no importa que mañana despierte y no tenga la canción lista para ser tocada, las llaves de la puerta porque tengo una lista inmensa de cosas que hacer que he dejado en los pendientes desde la semana pasada y debo de hacer. Mi querida señorita solo le puedo decir y muy honestamente que: tarde o temprano volverá a ver la luz y una vez que la vea no deje de escribir porque le voy a dictar cosas que ahora sí quiero que se cumplan y que le pido que sea pronto por favor por favor.

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